Superó ampliamente mis expectativas, agradezco a todo el equipo el trato, la amabilidad y su profesionalidad. Volveré a repetir con gusto la experiencia. Me ha gustado todo, pero el hacer grupo en tan poco tiempo me ha sorprendido, porque ha sido un gran apoyo para todos.
Carmen
Ha sido una experiencia brutal a todos los niveles, el espacio, la casa, la naturaleza, sobre todo Javi y Mar que mueven todas mis emociones y sensibilidades, son puro amor. A nivel de grupo he disfrutado con la presencia y compañía de los demás, a nivel particular, he disfrutado cuidándome y sintiendo que estaba haciendo lo que mi cuerpo necesita. Ha sido muy en enriquecedor.
Elena Barrallo
Es el segundo ayuno que hago con Javi y la experiencia ha sido aún mejor que la anterior, me voy con el corazón agradecido y los objetivos cumplidos. Gracias.
Julia Fernández
Desintoxicar el cuerpo, la mente y el alma: abandonarme en este espacio ha sido una experiencia inolvidable. Gracias.
Ana
Un remanso de paz, un reconfortante depurativo para el cuerpo, un bálsamo para el espíritu. Todo ello arropado por Javi con sabiduría, con plena atención y con calidez entrañable.
José Vicente Vicent Caballer
Ha sido una sorpresa muy agradable lo que me he encontrado, mucho más de lo que esperaba. Quiero destacar la charla macrobiótica con Blanca. Lo demás me parece impecable. Hemos sido una familia.
María Dolores Romo
Es mi séptimo retiro, será por algo.
Benedicto Fernandez Rúiz
Blanca y Javi te ofrecen una experiencia que va mucho más allá del ayuno. En contacto con la naturaleza y con tu yo interior.
Mario Journet
Es una experiencia fantástica para liberarse del estrés, adelgazar y renovar tu espíritu.
Miguel Fernández, empresario
Me gustó todo, principalmente valoro el privilegio de poder disponer de un trabajo tan completo a nivel corporal, psicológico, de conexión conmigo y de entender muchas cosas en base a las explicaciones que el equipo nos ofrece. Me ha encantado el proceso y las charlas.
Elena Pérez
Impecables los facilitadores y todas las actividades realizadas, así como el cuidado a todos los participantes. La casa es un lugar muy apropiado para el ayuno.
Jesús Moreno
Acabo de realizar un ayuno de 8 días y quiero destacar la profesionalidad de todas las personas que han colaborado en las diferentes actividades que se realizan durante la estancia. Javi, en la dirección de todo el proceso y especialmente del grupo de ayunantes; Jorge, como masajista, Fran, con sus propuestas de juegos grupales; el Dr. Francisco Verdú, responsable de dar las charlas sobre el ayuno y como salir de él. Todo un equipo dispuesto a que la experiencia, en sus diferentes facetas, sea un éxito. Solo os puedo decir que vale la pena que os reservéis unos días y lo probéis.
Chelo Olmos
Paraíso escondido y maravilloso con gente espectacular. Más que recomendable, de verdad. Salgo radiante, por dentro y por fuera. Y todo gracias al apoyo del excelente equipo y del privilegiado grupo que hemos creado. Muchas, muchas gracias. Desde luego recomendaré el lugar y repetiré cuando quiera ayunar de nuevo.
María José Malo
Volveré en cuanto tenga otra oportunidad. Pues tanto los facilitadores (Javi y Mar), como las personas colaboradoras (Dr. Verdú… ) te hacen sentir como en casa. Su trabajo es inmejorable y su trato muy cercano. Yo particularmente lo recomendaré.
Pepe Puchades
Es una experiencia sanadora y de liberación a todos los niveles, reforzada por un equipo humano muy especial y a mi parecer altamente cualificado que facilita esta extraordinaria experiencia. 100% recomendable, seguiré repitiendo.
Carlos Escrivá, empresario
Un viaje interior que te enriquece, pruébalo.
Jean-Marie, coach
Mi experiencia en este espacio de retiro ha sido muy satisfactoria y me he llenado de esperanza y valores. La recomiendo al 100%. El tutor de esta actividad y su pareja son conductores de la tranquilidad y bondad. Espero que pueda volver y disfrutar del retiro que nos ofrecen. El lugar es especial y súper sano.
Paco Ondara Llumero
Agradezco de todo corazón a los dos. Gracias Sofía, gracias Javi. He experimentado a través de mi cuerpo conectado a mi alma, recuerdos, memorias que no sabía de su existencia, emociones, sentimientos. Me habéis ayudado a observarme, a escucharme y a observar a los demás. A través de mi cuerpo vibraba el tambor; también vuestra voz y el canto de Sofía. Todo penetraba en mí como una jabalina
Recibid un abrazo grande que no caduca,
Sara Agulló
Ayunar para observarte
Se oyen risas. Hay un círculo de personas que sonríen, algunos se recogen en una taza y otros en una manta. Hay quien escucha, hay quien habla, hay quien comparte y otros que simplemente están. La bienvenida es cálida y fácil, me uno al círculo, el que se convertirá en mi hogar por unos días. Es tarde y me voy a dormir, mis compañeras de habitación me dan la bienvenida.
Por la mañana, mientras sale el sol, estiramos el cuerpo con Blanca y poco a poco me voy despertando mientras mis sentidos van apreciando la belleza que me rodea. El blanco de Casa de Benalí resplandece por cada rincón, se respira paz y silencio. Por fin. Es difícil encontrar lugares así donde el ritmo te calma y no te empuja a ir más deprisa que tu cuerpo.
Mis ojos están anonadados por la belleza, mis oídos están atentos mientras escuchan la sabiduría y las experiencias de las compañeras y mi rostro dibuja una sonrisa. Así es como pasan las horas, sin darme cuenta que no como con mi boca, pero soy capaz de nutrirme del paisaje, de la naturaleza y sobre todo, de los corazones que me rodean. Con el paso de los días y el trabajo grupal, del ruido de mis entrañas aprendo que no somos el contenido de la mente, sino el contenedor. Aquí hay tiempo para separarse de los pensamientos y observarlos, hay tiempo para parar, contemplarme y percibirme.
Es la última mañana que nos sentamos juntos para compartir. Hoy estoy en el círculo y no me salen las palabras, siento que estoy en ese momento en que ya no me quedan fuerzas para esconderme de nada. Estoy en ese momento presente que acepto todo lo que soy y doy las gracias a todo lo que he transitado y me ha traído hasta aquí. Me doy cuenta que ayunar arrastra fuera de ti todo lo que te hace daño, su poder en nosotras es tan fuerte que se lleva todo aquello que te ata y no te deja avanzar. Por fin, rompo a llorar mientras una compañera canta y Javi dice mi nombre para que vuelva al grupo. Esa es la magia de la experiencia. Esa compañía en el proceso. Javi y su equipo siempre están ahí y de forma invisible construyen la fuerza del grupo que hace que cada uno de los participantes nunca se sienta solo en el proceso. Durante esos días te vacías mientras alguien te escucha y te acompaña. Durante el ayuno sabes que te vas a tropezar, pero estás tranquila porque tienes la seguridad de que alguien te va a ayudar a levantarte para seguir transitando la senda sin miedos.
Ana Blanco
Javi,
Siento no haber podido realizar mi séptimo ayuno del 28 de marzo al 5 de mayo tal como tenía programado. Me hubiese encantado acompañaros si no hubiese sido por el accidente de moto de mi hijo y encima dando gracias al Universo porque afortunadamente se está recuperando muy bien.
Desde mi primer ayuno, que todo era expectación en cualquiera de tus propuestas, hasta el último, en abril, donde he vivido una de las terapias de grupo más reparadora que he conocido en mis 61 años (el fórum de los sueños) siempre, al finalizar, te he dado las gracias por tu entrega y tu buen hacer desde el corazón. Pero también he vuelto a casa con la sensación de que mi agradecimiento se quedaba corto en relación a toda la energía que tú le pones al grupo.
El agradecimiento del que te hablo no tiene que ver con que te levantes el primero y te acuestes el último, ni con que prepares los talleres con una profundidad que consigues sacar lo mejor de cada uno de los que allí estamos, ni tampoco con que en las excursiones te hagas el recorrido dos veces entre animar a los rezagados y frenar a los andarines, entre algunos otros detalles que supongo son funciones pactadas entre tú y los otros socios de la casa. El agradecimiento, que yo creo que no te he sabido expresar y te lo quiero contar en este correo, es hacia tu buen trato personalizado, al cuidado que vuelcas en cada un* sin distinciones, al respeto a las circunstancias individuales, a la escucha sin juicios y sin expectativas, a tu presencia ante cualquier contratiempo, desde la calma, desde la resolución, desde la operatividad.
Y lo que finalmente me ha impulsado a escribirte hoy ha sido tu cercanía al enterarte de que lo estábamos pasando mal con muestro hijo en el hospital. Esto va más allá de las funciones que tengas pactada, va más allá de horarios y salarios Esto es iniciativa personal y habla de tu calidad humana. ¡Gracias por tu nobleza y tu buen corazón!
¡Qué grande eres, Javi!
¡No cambies nunca!